Perteneciente al la gran familia de los cíclidos (americanos para más señas).
Bueno no voy a entrar en detalles de las características morfológicas del pez, comportamiento, ni nada por el estilo, ya que en este artículo pretendo centrarse sólo en lo concerniente a la reproducción.
Para empezar necesitamos una pareja reproductora, que o bien nos la pueden vender ya formada o como yo prefiero, dejar que se forme una pareja del seno de un grupo; lo ideal sería adquirir un grupo de unos 5 o 6 ejemplares jóvenes.
Cuando los ejemplares tienen alrededor de los 6 o 8 meses de vida, si nos fijamos en el acuario unos minutos diariamente iremos observando como se van formando parejas, que se van haciendo con su rincón del acuario del que echaran al intruso que se acerque.
Durante le formación de las parejas es normal que haya riñas en el acuario consistentes en mordiscos en las aletas o cogiéndose por la boca.
Una vez formada la pareja es conveniente aislarla a un acuario para ellos solos de al menos 80 litros, suficientemente plantado para que tengan donde elegir para sus futuras puestas (algunos criadores intensivos solo aíslan la pareja en un acuario de apenas 25 litros, sin sustrato ni plantas, sólo proporcionándoles una hoja artificial o algo parecido para la puesta).
Respecto a la reproducción ocasional en un acuario comunitario cabría comentar que es difícil aunque no imposible, por ejemplo las fotos del articulo se corresponden a una puesta en el comunitario pero recién terminada la puesta, saque a otros dos escalares (otras veces estos se comieron la puesta de los otros), un par de monjitas y un tiburón bala, sin embargo deje al pleco y a una coridora, ya que esto acrecenta más el instinto protector de los padres sin que corra peligro la puesta.
A los pocos días de haberlos introducidos en el acuario de cría, (el cual debe de tener unas condiciones de agua con un pH aproximado de 6´8 y una dureza de no más de 10 dH) y una vez familiarizado con él comenzaran a buscar un lugar donde desovar, lugar que se encargaran ambos de limpiar meticulosamente.
Cuando ambos progenitores se ponen a limpiar el lugar elegido para el futuro desove, la hora de la puesta está cerca.
A la hembra se le habrá hinchado el vientre y le empezará a asomar el tuvo ovopositor, de forma cilíndrica, ya que el del macho es cónico con la punta ligeramente inclinada hacia atrás (para mi es la manera más fiable de diferenciar los sexos en esta especie, aunque haya autores que piense que si que se diferencian los sexos).
En el momento que comienza la puesta la hembra dará pasadas de abajo hacia arriba dejando filas de huevos y acto seguido hará la pasada el macho fecundándolos.
Sabremos que la puesta ha terminado cuando veamos a los progenitores como se colocan de frente a la puesta aparentemente mirándola, aunque lo que en realidad hacen es abanicar la puesta con sus aletas para oxigenarla y que no sea atacada por hongos.
Una vez llegado a este lugar comienza el primer dilema, dejar a los padres al cuidado de la puesta o cuidarla nosotros mismos, yo me decanto por la manera natural, que sean los padres los encargados de cuidar la puesta, aunque es también la más peligrosa, ya que pueden que se coman la puesta (por un susto, estrés o simplemente que consideren que no ha sido una buena puesta.)
Si una vez conseguida la puesta le retiras los huevos a los 10 días más o menos tienes otra puesta; si les dejas los alevines, una vez creas conveniente quitárselos (alrededor del mes), quince días y nueva puesta
Si sacamos a los padres del acuario debemos de ser nosotros los que hagamos que circule el agua cercana a los huevos para que se oxigenen, además de añadir un anti-hongos.
Foto 1

En la foto 1 se observa a la hembra como limpia la puesta al momento de terminar, además de abanicarla para que circule el agua alrededor.
Los huevos que no han sido fecundados o han sido atacados por hongos se tornaran de un color blanquecino, pero los progenitores se encargarán de retirarlos para que no infecte a los demás (en el caso de que hallamos decidido sacar a los padres ese trabajo lo debemos hacer nosotros, retirando los huevos blancos con sumo cuidado y ayudados de una pipeta).
Si decidimos dejar a los padres es muy importante no apagarles la luz o al menos dejarla un pequeño haz de luz, ya que de lo contrario hay grandes posibilidades de que se asusten y se coman la puesta.
Foto 2.

En la foto 2 se pueden observar los huevos después de 12 horas de su puesta.
Foto 3.

La foto 3 se corresponde a 24 horas después de la puesta, en la que ya se observa como ha ido cambiando el color de los huevos, desde claros en un principio a cada vez más oscuros.
Llegados a este punto ya podemos por lo menos felicitarnos de que la pareja que se nos había formado era macho y hembra, ya que no siempre es así, y nos hacemos ilusiones y al final la pareja estaba formada por dos hembras.
Foto 4.

En la foto 4, tomada a las 36 horas, el cambio de color es más patente, incluso ya se pueden observar los puntitos negros de los ojos de nuestros futuros alevines.
Foto 5.

A unos 26-27 ºC, al cabo de 48 horas comenzarán los primeros nacimientos (foto 5), de los que nos daremos cuenta por que parece que de los huevos sale con un pequeño pelo finísimo agitándose y que no es más que la cola.
Una vez hayan nacido todos es normal que los padres trasladen la puesta a otro lugar.
En la foto 6 se puede observar que con 1 día de vida los han traslado a una esquina del cristal, del cual se pueden quedar pegados gracias a una sustancia pegajosa que poseen los alevines en la cabeza.
No os asustéis si apreciáis que los padres toman a los alevines en la boca, ya que se encargarán de recoger todos los que se vallan cayendo o los escupirán de nuevo en su sitio.
Foto 6.

Si te decidiste por dejar a los padres, al cabo de 6-7 días serás testigo de uno de los espectáculos desde mi punto de vista, mas bonitos de la acuariofilia, ver como nadan los alevines alrededor de los padres, como podéis ver en las fotos 7 y 8.
Fotos 7 y 8.


Es en este momento en el debemos de suministrarles alimento, ya que habrán consumido por completo el saco vitelino.
Yo soy partidario de alimentarlos dos veces al día a base de nauplios de artemia recién eclosionada aunque hay quien usa comida líquida que venden el los comercios especializados.
Una vez aquí podrían darse casos de canibalismo si los primeros días apagas la luz por la noche, ya que se asustan, igual puede pasar si se les estresa con golpecitos en los cristales o muchas miradas.
Al cabo de 10-15 días de alimentarlos con artemia ya podemos pasar a cualquier otro tipo de alimentación que se adapte al tamaño de sus bocas.
Artículo realizado por José Francisco Ramírez Navarro, Málaga (Saruman).
Fotos propiedad del autor.