
PENSACOLA, mayo 17.- Buzos de la armada detonaron explosivos el miércoles a bordo del viejo portaaviones Oriskany para enviarlo al fondo del Golfo de México y crear el arrecife artificial más grande del mundo.
Cientos de veteranos de las guerras de Corea y Vietnam en botes alquilados observaron mientras el portaaviones se hundía lentamente a unos 40 kilómetros de la playa de Pensacola.
El buque de 270 metros de eslora entró en servicio en 1950 y fue una de las naves usadas por el presidente John F. Kennedy durante la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Fue retirado del servicio en 1976 y se convirtió en el primer buque en ser hundido bajo un nuevo plan de la armbada para deshacerse de naves viejas.
Nubes de polvo marrón y gris se alzaron al cielo al explotar 250 kilos de explosivo plástico alrededor de las 15:30 GMT. La nave tardó unos 45 minutos en hundirse.
En febrero, la Agencia de Protección Ambiental aprobó el hundimiento de la nave con toxinas químicas y cables eléctricos, aislamiento y pintura a bordo. La agencia calcula que las toxinas se diluirán gradualmente durante los 100 años que tardará la nave en disolverse en óxido y no significará peligro alguno para la vida marina.
Las autoridades locales esperan que el arrecife artificial atraiga a buzos deportivos y pescadores.
HACER DE UN ELEMENTO BELICO UN ARRECIFE