Pueden ser cancerosos o benignos. En la mayoría de los casos son incurables. Los tumores internos se perciben cuando hay una hinchazón en determinada parte del cuerpo. Los tumores externos se asemejan a una burbuja compuesta de líquido la cual en algunos casos llega a reventarse y curarse por si sola. No existe una causa aparente. Cualquier pez puede verse afectado. Se recomienda eutanizar el pez cuando el tumor llega a afectar su conducta y estado de ánimo, de tal forma que no tenga que pasar por un sufrimiento innecesario.