Saqué junquillo y Alisma. La Alisma la saqué a la altura del puente de miraflores.
Yo no tenía muchas herramientas para sacarla, pero lo que resultó más útil fueron los guantes de goma, porque el barro era realmente asquerocito

Las saqué con un poco de su barro para que me ayuden a colonizar de buenas bacterias mi estanque y para no hacer tan chocante el cambio.
Para transportarlas llevé bolsas plásticas para mantener la humedad.
Aunque traté de no ensuciarme, quedé lo suficientemente embarrada como para que dé vergûenza andar así por la calle
