Esto lo encontre en
http://www.mundoacuariofilo.org , y sirve para aclarar algunas dudas
Nuestros peces, plantas y otros organismos que viven en el acuario, necesitan oxígeno para realizar sus funciones biológicas, como bien sabemos. La fuente principal del oxígeno que está disuelto en el agua es la propia atmósfera. Los peces no pueden absober el oxígeno que forma parte de la molécula del agua (H2O), llamado oxígeno combinado, sino que tienen que utilizar el llamado oxígeno molecular (O2) que penetra y se disuelve en el agua.
El oxígeno, en la atmósfera, está presente en una proporción del 20 % y penetra en el agua por fenómenos de ósmosis, ésto es, por la diferencia de presiones entre la atmósfera y el agua. En condiciones normales este oxígenno no dejará de penetrar hasta que se igualen ambas presiones. Esto quiere decir que, si la concentración de oxígeno disuelto en agua disminuye (por la respiración de los peces, por ej.) tiende a ser repuesta inmediatamente mediante dicho fenómeno físico.

Dicho así parecería que el oxígeno en el acuario no es ningún problema, pero no es así.
Primero, el oxígeno de la atmósfera sólo penetra en el agua 3 a 4 centímetros superficiales; y segundo, las demandas de los peces, bacterias aeróbicas, plantas y otros organismos, hacen que en un acuario estanco siempre hay una carencia de oxígeno.
Así surge la necesidad de airear el agua en el acuario, y con ello los llamados compresores, vibradores o aireadores. Estos aparatos insuflan aire atmosférico dentro del agua produciendo un burbujeo constante y regulable.
En realidad los aireadores no oxigenan el agua por si mismos. Me explico: las burbujas de aire que expele el aireador en el agua contienen oxígeno, pero éste no se disuelve en el agua directamente, sencillamente está en contacto con la masa líquida un tiempo realmente ínfimo, de solo 1-2 segundos, hasta que llega a la superficie y escapa a la atmósfera. Su acción oxigenadora se basa en la agitación que produce el agua. Esta agitación provoca un movimiento circular y rotatorio del agua, poniendo toda la masa líquida en contacto con el aire atmosférico, y será allí, en la propia superficie, donde penetrará el oxígeno. Si el agua se mantuviese totalmente estanca, sin movimiento alguno, sólo habría oxígeno en los 3-4 cm superficiales, como hemos dicho, y éste sería insuficiente para abastecer las necesidades del acuario. La misma función oxigenadora haría una bomba de agua que, sin desprender burbujas de aire, provocara este mismo movimiento de agua.

En general se ha exagerado mucho la función oxigenadora de las plantas . Se calcula que sólo el 30-50% de los gases que expulsan es oxígeno, y se ha visto que sólo el 1% del oxígeno producido es difundido al agua.
La concentración de saturación de oxígeno disuelto en agua (que se mide en mg/litro) varía mucho según la temperatura. Cuanto más baja sea ésta, mayor es la concentración de O2.
Temperatura ( º C)
mg/l de O2
5 12.8
10 11,2
15 10,0
20 9,1
25 8,3
30 7,6
Según esto podría pensarse que la oxigenación en los acuario de agua caliente debe ser mucho mayor. Esto no es verdad, pues los peces tropicales están adaptados perfectamente a bajas concentraciones de O2. De hecho es mucho más frecuente ver a los carasios, de agua fría, boqueando en la superficie cuando se ha recalentado, por ejemplo, en verano, pues sus necesidades son mucho mayores.
Se dice que la concentración ideal se encuentra en 2 mg/l. menos del límite de saturación expuesto. Sin embargo la medición del O2 en el acuario es una tarea complicada, para principiantes y expertos. Por lo que habrá que guiarese por el comportamiento de los peces (si boquean en la superficie, que siempre suele estar más oxigenada, si su ritmo respiratorio es más rápido de lo normal, etc.).
Podemos decir que, a igual volumen de agua, un acuario estará más oxigenado (o será más fácil de oxigenar) cuanto más bajo sea y cuanta más superficie líquida esté expuesta a la atmósfera. Por ello los acuario altos y las peceras de bola suelen ser muy propensas a la falta de oxígeno.

Por la misma razón, las bolsas en donde nos venden los peces contienen muy poca altura de agua, pues así no se producen capas sin oxigenar, y se ofrece más superficie en contacto con el aire.
Evidentemente cuando los gastos de O2 de nuestros acuario superan la capacidad de disolución de este gas en el agua, se produce la catástrofe: los peces se asfixian y boquean en superficie, y las bacterias aeróbicas se mueren, dando paso a las anaeróbicas que producen gases tóxicos.
Esto ocurre básicamente cuando no se respeta la cantidad de peces aconsejables en el acuario, es decir, la superpoblación. Esta situación puede verse incrementada por la falta de plantas y/o por una escasa iluminación (pues éstas no realizarían la fotosíntesis). Por el contrario, en los acuarios holandeses, en donde existe una exuberancia vegetal, muy poco movimiento acuático y ninguno o muy pocos peces, además de una iluminación intensa, la situación es muy diferente, se produce una sobresaturación de oxígeno, el cual tiene dificultades para desprenderse del agua por su escaso moviendo, lo que hace necesario el uso de un difusor de CO2, pero esto seguramente será tema para otro número.
Última modificación ( 11.11.2006 )