Re: Pregunta media loca jejeje
Publicado: Jue, 26 May 2011, 01:15
¡Hola Pipefam y amigos!,
Por petición y sugerencia de Kuyems participo en medio de las consultas y “opinologías” respecto del agua de lluvia y su uso en acuarios con lo que sé de cierto al respecto. El tema se extiende desde cierta dosis de “esoterismo” y termina por involucrar conceptos físicos bastante avanzados, de modo que lo simplificaré tanto como me sea posible en un posteo que procuraré que sea breve:
Como antecedentes:
1. La mayor parte de los agricultores perciben que el agua de lluvia es “más efectiva” que el agua de canal, las plantas y cosechas mejoran y los animales la prefieren.
2. En algunas culturas, concretamente en Rusia al pie de los Urales, es tradicional que a los niños y a la gente se les dé a beber agua con imanes o cristales naturales de magnetita “porque es bueno para la salud”.
3. Se ha generado alguna moda de “magnetoterapia” (pulseras y colgantes magnéticos) a los que se atribuyen buenas propiedades sobre la salud.
Pasando al agua de lluvia para los acuarios:
a. Evidentemente la primera agua de lluvia no es recomendable para nada porque ella recogerá los sólidos suspendidos del aire si hay “smog” en la atmósfera; de hecho se recogerá turbia, pero dependiendo de la intensidad de la lluvia ésta se limpia rápidamente (simplemente recuerden lo rápido de que se limpia el aire se Santiago incluso con breves y cortos aguaceros, lamentablemente la atmósfera también se vuelve a ensuciar muy rápidamente).
b. El tema de la “lluvia ácida” déjenlo de lado. Al margen de varias inexactitudes en el artículo posteado respecto del azufre y del nitrógeno, su concentración no alcanza niveles peligrosos en el agua de lluvia (a menos que coincida con un volcán en erupción, o con emisiones industriales muy descuidadas y muy cercanas a la recolección). Los efectos citados son acumulativos y de relativamente largo plazo; en Chile el caso más cercano es el caso de, por ejemplo, Ventanas, La Greda, Puchuncaví y el desastre que sufre el área por las emisiones tomó años y no horas ni días. Si ese fuese el caso habría efectos prácticamente inmediatos de intoxicación grave o notoria.
c. El agua de lluvia siempre es ácida, como resultado que las gotas se mueven en un aire que contiene nitrógeno (+/-) 79%, oxígeno (20-21%) y CO2 (por ahora, menos de 0,2%) que por ser el más soluble en agua, se disuelve en mayor proporción, pero en cantidades mínimas que se traducen en pHs de hasta 5,5 (para los que saben química, ello implica concentraciones de 0,000”algo” gramos por litro; o sea partes por millón, así de bajas).
El tema de la mejor “calidad” atribuida al agua de lluvia radica en que la forma de asociarse de las moléculas entre sí cambia al atravesar un campo magnético y esta es la parte complicada de la historia:
Las moléculas de agua (H2O) tienen una forma de “V”, con el átomo de oxígeno en el vértice y los hidrógenos en los extremos, siguiendo la orientación de los orbitales de los electrones del oxígeno y procurando los hidrógenos mantenerse lo más alejados que puedan entre ellos por efecto de la repulsión de sus núcleos ya que ambos tienen carga positiva.
Ya que todos los electrones de los enlaces pasan por el oxígeno, ello provoca en esa zona un campo negativo y en consecuencia para balancearlo en los vértices con los hidrógenos aparecen campos positivos que lo balancean.
De esta forma las moléculas del agua siempre van a mantener un “oxígeno” enfrentado a un “hidrógeno” y eso es lo que se llama “puente de hidrógeno” y causa que el agua es una molécula “bi-polar” y quiere tener agua cerca o cualquier otra superficie que tenga cualquier carga “positiva” o “negativa” en su superficie y así “la moja”.
El encadenamiento a través de los puentes de hidrógeno crea “paquetes” de moléculas que viajan preferentemente juntos (físicamente, esto es la causa de la “tensión superficial del agua” que no es más que la tendencia del agua a estar con agua y que se mide con instrumentos no muy complejos); esos “paquetes” están usualmente constituidos por el orden de 500 a 700 moléculas y su forma es cualquiera.
Sin embargo, cuando el agua se somete a un campo magnético externo, esa influencia externa causa un ordenamiento dentro de las moléculas del “paquete” y se ordenan en un poliedro de muchas pequeñas caras que más bien parece una esfera y la cantidad de moléculas disminuye al orden de 200-300, según la intensidad del campo magnético aplicado. Los “paquetes” disminuyen su tamaño y se ordenan; físicamente ya no están tan “al lote” y pierden la tendencia a estar juntos y se puede medir una disminución de la tensión superficial.
Dado que de la tensión superficial dependen la capilaridad, la presión osmótica y la difusividad, de las cuales dependen los mecanismos de intercambio celular, ello termina por influir en los mecanismos de la vida. Simplemente el “agua ordenada” se transforma en un mejor medio de transporte de nutrientes a las células y de extracción de sus desechos ya que los "paquetes" ordenados son más pequeños y atraviesan más facilmente las paredes celulares.
Con esta explicación es fácil entender que la caída uni-diriccional (hacia abajo) de las gotas de agua de lluvia atraviesan el campo magnético de la tierra logran algún grado de ordenamiento que cambia su comportamiento en la dirección observada por los agricultores, rusos y “magnetoterapeutas”.
En resumen: recomiendo el agua de lluvia con las precauciones de descartar las primeras aguas.
El tema es fascinante y si lo desean y solicitan les puedo proponer algún medio de practicarlo en sus acuarios, porque el asunto tiene aplicaciones hasta industriales y de importancia económica.
Perdonen el “ladrillo”, pero reclamen a Kuyems. Después de todo, él me metió en esto.
Saludos y buena suerte.
Por petición y sugerencia de Kuyems participo en medio de las consultas y “opinologías” respecto del agua de lluvia y su uso en acuarios con lo que sé de cierto al respecto. El tema se extiende desde cierta dosis de “esoterismo” y termina por involucrar conceptos físicos bastante avanzados, de modo que lo simplificaré tanto como me sea posible en un posteo que procuraré que sea breve:
Como antecedentes:
1. La mayor parte de los agricultores perciben que el agua de lluvia es “más efectiva” que el agua de canal, las plantas y cosechas mejoran y los animales la prefieren.
2. En algunas culturas, concretamente en Rusia al pie de los Urales, es tradicional que a los niños y a la gente se les dé a beber agua con imanes o cristales naturales de magnetita “porque es bueno para la salud”.
3. Se ha generado alguna moda de “magnetoterapia” (pulseras y colgantes magnéticos) a los que se atribuyen buenas propiedades sobre la salud.
Pasando al agua de lluvia para los acuarios:
a. Evidentemente la primera agua de lluvia no es recomendable para nada porque ella recogerá los sólidos suspendidos del aire si hay “smog” en la atmósfera; de hecho se recogerá turbia, pero dependiendo de la intensidad de la lluvia ésta se limpia rápidamente (simplemente recuerden lo rápido de que se limpia el aire se Santiago incluso con breves y cortos aguaceros, lamentablemente la atmósfera también se vuelve a ensuciar muy rápidamente).
b. El tema de la “lluvia ácida” déjenlo de lado. Al margen de varias inexactitudes en el artículo posteado respecto del azufre y del nitrógeno, su concentración no alcanza niveles peligrosos en el agua de lluvia (a menos que coincida con un volcán en erupción, o con emisiones industriales muy descuidadas y muy cercanas a la recolección). Los efectos citados son acumulativos y de relativamente largo plazo; en Chile el caso más cercano es el caso de, por ejemplo, Ventanas, La Greda, Puchuncaví y el desastre que sufre el área por las emisiones tomó años y no horas ni días. Si ese fuese el caso habría efectos prácticamente inmediatos de intoxicación grave o notoria.
c. El agua de lluvia siempre es ácida, como resultado que las gotas se mueven en un aire que contiene nitrógeno (+/-) 79%, oxígeno (20-21%) y CO2 (por ahora, menos de 0,2%) que por ser el más soluble en agua, se disuelve en mayor proporción, pero en cantidades mínimas que se traducen en pHs de hasta 5,5 (para los que saben química, ello implica concentraciones de 0,000”algo” gramos por litro; o sea partes por millón, así de bajas).
El tema de la mejor “calidad” atribuida al agua de lluvia radica en que la forma de asociarse de las moléculas entre sí cambia al atravesar un campo magnético y esta es la parte complicada de la historia:
Las moléculas de agua (H2O) tienen una forma de “V”, con el átomo de oxígeno en el vértice y los hidrógenos en los extremos, siguiendo la orientación de los orbitales de los electrones del oxígeno y procurando los hidrógenos mantenerse lo más alejados que puedan entre ellos por efecto de la repulsión de sus núcleos ya que ambos tienen carga positiva.
Ya que todos los electrones de los enlaces pasan por el oxígeno, ello provoca en esa zona un campo negativo y en consecuencia para balancearlo en los vértices con los hidrógenos aparecen campos positivos que lo balancean.
De esta forma las moléculas del agua siempre van a mantener un “oxígeno” enfrentado a un “hidrógeno” y eso es lo que se llama “puente de hidrógeno” y causa que el agua es una molécula “bi-polar” y quiere tener agua cerca o cualquier otra superficie que tenga cualquier carga “positiva” o “negativa” en su superficie y así “la moja”.
El encadenamiento a través de los puentes de hidrógeno crea “paquetes” de moléculas que viajan preferentemente juntos (físicamente, esto es la causa de la “tensión superficial del agua” que no es más que la tendencia del agua a estar con agua y que se mide con instrumentos no muy complejos); esos “paquetes” están usualmente constituidos por el orden de 500 a 700 moléculas y su forma es cualquiera.
Sin embargo, cuando el agua se somete a un campo magnético externo, esa influencia externa causa un ordenamiento dentro de las moléculas del “paquete” y se ordenan en un poliedro de muchas pequeñas caras que más bien parece una esfera y la cantidad de moléculas disminuye al orden de 200-300, según la intensidad del campo magnético aplicado. Los “paquetes” disminuyen su tamaño y se ordenan; físicamente ya no están tan “al lote” y pierden la tendencia a estar juntos y se puede medir una disminución de la tensión superficial.
Dado que de la tensión superficial dependen la capilaridad, la presión osmótica y la difusividad, de las cuales dependen los mecanismos de intercambio celular, ello termina por influir en los mecanismos de la vida. Simplemente el “agua ordenada” se transforma en un mejor medio de transporte de nutrientes a las células y de extracción de sus desechos ya que los "paquetes" ordenados son más pequeños y atraviesan más facilmente las paredes celulares.
Con esta explicación es fácil entender que la caída uni-diriccional (hacia abajo) de las gotas de agua de lluvia atraviesan el campo magnético de la tierra logran algún grado de ordenamiento que cambia su comportamiento en la dirección observada por los agricultores, rusos y “magnetoterapeutas”.
En resumen: recomiendo el agua de lluvia con las precauciones de descartar las primeras aguas.
El tema es fascinante y si lo desean y solicitan les puedo proponer algún medio de practicarlo en sus acuarios, porque el asunto tiene aplicaciones hasta industriales y de importancia económica.
Perdonen el “ladrillo”, pero reclamen a Kuyems. Después de todo, él me metió en esto.
Saludos y buena suerte.